Hacia un Chile con igualdad de oportunidades para todos los territorios
GEORGIANA BRAGA-ORILLARD Representante Residente del PNUD en Chile
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GEORGIANA BRAGA-ORILLARD
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile (PNUD) acaba de presentar el Índice de Desarrollo Humano de las comunas de Chile (2024), en el que a partir de datos administrativos del año 2022, calcula este índice para 339 de los 346 municipios del país, lo que permite hacer un zoom en las desigualdades que generalmente pasan desapercibidas al medir el desarrollo a escala nacional e, incluso, regional.
En el PNUD tenemos la profunda convicción de que el Desarrollo Humano no sucede en abstracto, sino en territorios concretos. En ellos las personas acceden a la mayoría de los bienes y servicios requeridos para satisfacer sus necesidades, donde ejercen varios de sus derechos sociales y políticos y desarrollan sus proyectos de vida. Por eso para el PNUD es clave abordar la dimensión territorial del desarrollo humano y ofrecer datos actualizados que puedan orientar la toma de decisiones en materia social y económica, influyan en la asignación de recursos, en las decisiones de inversión y en la implementación de programas pertinentes a las diferentes realidades locales. El estudio muestra que, a pesar de los avances generales en desarrollo humano, persisten marcadas desigualdades territoriales y diferencias entre las comunas, incluso dentro de las mismas regiones.
“Solo seis comunas, que representan el 5,1% de la población nacional, se clasifican con un nivel de desarrollo muy alto, lo que da cuenta de la concentración del desarrollo humano avanzado en el país”.
De hecho, solo seis comunas, que representan el 5,1% de la población nacional, se clasifican con un nivel de desarrollo muy alto, lo que da cuenta de la concentración del desarrollo humano avanzado. En contraste, 116 comunas (13,1% de la población) están en el nivel de desarrollo bajo, desigualdades que limitan las oportunidades de las personas.
En varias regiones del país, más de la mitad de la población reside en comunas con un IDH medio-bajo o bajo. Ejemplos claros son O’Higgins (56%), Maule (80%), Ñuble (61%) y La Araucanía. Y las mayores brechas entre comunas se reflejan en los ingresos per cápita.
Los resultados de la investigación también muestran la inercia persistente en la distribución del desarrollo humano a nivel local, pues el alto nivel de desarrollo humano alcanzado por el país se acompaña de una limitada movilidad de sus comunas, que tienden a mantenerse en su posición original en las últimas dos décadas.
Estas desigualdades se expresan en múltiples indicadores. Por cierto, en los ingresos, uno de los aspectos que más explica las desigualdades en desarrollo humano de las comunas. Un ejemplo: aquellas con un índice muy alto obtienen ingresos hasta cuatro veces mayores que los de comunas con un bajo índice y duplican los de las personas de comunas con IDH alto. Pero se expresan también en disparidades educativas -con diferencia de hasta cinco años de escolaridad- y en la salud.
El fin de semana, el país eligió a sus representantes a nivel regional y comunal. Esperamos que esta publicación sea leída por las nuevas autoridades electas, y puedan apropiarse de este contenido con un sentido de comunidad. Estoy convencida que su mayor aporte es proporcionar una línea base que permita proyectar al país hacia un futuro más sostenible, pues abordar las causas estructurales de las desigualdades territoriales es clave para promover un desarrollo humano más inclusivo que no deje a nadie atrás.